Los
colores de toda una vida en 22 lienzos de Paco Cuadrado
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Las hortalizas y flores
del huerto familiar protagonizan la exposición.
Una de las obras de la
exposición.
galería birimbao
El realismo crítico de sus primeras obras le llevó a plasmar en sus lienzos las necesidades que veía a su alrededor. El optimismo ante un nuevo horizonte se abrió camino en aquellas obras de los 70 que se tornaron dulces y hasta festivas a partir de 1980, época en la que la naturaleza y el campo andaluz comienzan a estar cada vez más presentes en ellas. Ya pudo verlo el público en los girasoles secos que exponía hace cuatro años en la galería Birimbao, el mismo espacio que acoge a partir de mañana su particular homenaje a la "compañera de vida y de pintura" que lleva a su lado más de medio siglo "procurando que no me distraiga de lo que más me importa, que es pintar". En El huerto de Mari Paz , Paco Cuadrado (Sevilla, 1939) demuestra una vez más que de sus pinceles sólo sale verdad. El tema -"no lo eliges tú, sino que te acaba atrapando"-, el cariño y la dedicación que su mujer -"que es nieta de campesino y lleva la tierra en la sangre"- pone en cuidar el huerto familiar y que "sin pretenderlo" se convierte en una reivindicación de la huerta y la agricultura ecológica para "mantener vivo el vínculo que nos une a la naturaleza".
Más de medio siglo lleva Paco Cuadrado pintando -en 2009 la Casa de la Provincia acogía una retrospectiva de una vida dedicada al arte- y en este tiempo la honestidad y la honradez de su obra han sido suficientes para mantenerla viva y actual pese al paso de los años y los vaivenes de las tendencias artísticas. Ahora, a sus 75 años, asegura que se presenta ante al público -muchos ya amigos- "tal como soy porque no pretendo enseñar nada". Su amor por el arte le lleva, dice, "a pintar lo que soy", algo que demuestra con creces en este Huerto de Mari Paz, donde el artista plasma un universo íntimo y familiar que toma forma en los paisajes que lo rodea.
Un total de 22 obras -óleo sobre lienzo y tabla- conforman la muestra que se inaugura mañana a las 20:00 y en la que el color se lleva buena parte del protagonismo. Poco queda de los grises y negros que le sirvieron para aquellos girasoles secos porque la vitalidad de los verdes y amarillos de la huerta se abre camino en unos cuadros que han sido soñados y pintados en la tranquilidad del hogar y con el cuidado y la responsabilidad que da la experiencia.
Aunque Paco Cuadrado nunca ha expuesto un retrato de su compañera -tampoco en esta exposición, donde sí aparece cultivando su huerto-, su figura sí que ha estado presente cientos de veces en las composiciones que el artista ha ido creando a lo largo de todos estos años. Algo que, dice, "bien merece este pequeño homenaje".
La muestra permanecerá abierta al público en la galería Birimbao hasta el próximo 11 de julio en horario de martes a viernes, de 11:00 a 13:30 y de 18:00 a 21:00; y los sábados, de 11:00 a 13:30.
El realismo crítico de sus primeras obras le llevó a plasmar en sus lienzos las necesidades que veía a su alrededor. El optimismo ante un nuevo horizonte se abrió camino en aquellas obras de los 70 que se tornaron dulces y hasta festivas a partir de 1980, época en la que la naturaleza y el campo andaluz comienzan a estar cada vez más presentes en ellas. Ya pudo verlo el público en los girasoles secos que exponía hace cuatro años en la galería Birimbao, el mismo espacio que acoge a partir de mañana su particular homenaje a la "compañera de vida y de pintura" que lleva a su lado más de medio siglo "procurando que no me distraiga de lo que más me importa, que es pintar". En El huerto de Mari Paz , Paco Cuadrado (Sevilla, 1939) demuestra una vez más que de sus pinceles sólo sale verdad. El tema -"no lo eliges tú, sino que te acaba atrapando"-, el cariño y la dedicación que su mujer -"que es nieta de campesino y lleva la tierra en la sangre"- pone en cuidar el huerto familiar y que "sin pretenderlo" se convierte en una reivindicación de la huerta y la agricultura ecológica para "mantener vivo el vínculo que nos une a la naturaleza".
Más de medio siglo lleva Paco Cuadrado pintando -en 2009 la Casa de la Provincia acogía una retrospectiva de una vida dedicada al arte- y en este tiempo la honestidad y la honradez de su obra han sido suficientes para mantenerla viva y actual pese al paso de los años y los vaivenes de las tendencias artísticas. Ahora, a sus 75 años, asegura que se presenta ante al público -muchos ya amigos- "tal como soy porque no pretendo enseñar nada". Su amor por el arte le lleva, dice, "a pintar lo que soy", algo que demuestra con creces en este Huerto de Mari Paz, donde el artista plasma un universo íntimo y familiar que toma forma en los paisajes que lo rodea.
Un total de 22 obras -óleo sobre lienzo y tabla- conforman la muestra que se inaugura mañana a las 20:00 y en la que el color se lleva buena parte del protagonismo. Poco queda de los grises y negros que le sirvieron para aquellos girasoles secos porque la vitalidad de los verdes y amarillos de la huerta se abre camino en unos cuadros que han sido soñados y pintados en la tranquilidad del hogar y con el cuidado y la responsabilidad que da la experiencia.
Aunque Paco Cuadrado nunca ha expuesto un retrato de su compañera -tampoco en esta exposición, donde sí aparece cultivando su huerto-, su figura sí que ha estado presente cientos de veces en las composiciones que el artista ha ido creando a lo largo de todos estos años. Algo que, dice, "bien merece este pequeño homenaje".
La muestra permanecerá abierta al público en la galería Birimbao hasta el próximo 11 de julio en horario de martes a viernes, de 11:00 a 13:30 y de 18:00 a 21:00; y los sábados, de 11:00 a 13:30.
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